El Branding Educativo en 10 puntos

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Harvard.

¿Qué viene a tu mente cuando escuchas esta palabra? Excelencia, investigación, exigencia… y probablemente no has tenido el privilegio de estudiar allí.

El branding educativo construye la percepción que las personas tienen de una institución cuando escuchan su nombre o ven su logo. La imagen de Harvard se ha cimentado durante décadas.

PRIMER PUNTO: El branding requiere tiempo.

Imagina que necesitas construir un edificio. Tienes dos opciones: contratar arquitectos e ingenieros competentes o intentar “ahorrar” y dejar el trabajo en manos de diversos maestros de obra, quienes lo harán a su manera.

Es un ejemplo extremo, pero ilustra un punto crucial: la imagen de una marca se desarrolla con o sin una estrategia de branding, y la improvisación puede tener resultados desastrosos.

SEGUNDO PUNTO: El branding es un proceso.

Cada interacción con nuestras audiencias (ya sea un anuncio en redes sociales o la forma en que atendemos una consulta telefónica) coloca un ladrillo en esa imagen mental que llamamos marca. Si lo hacemos bien, esos ladrillos serán uniformes; si no, tendremos una estructura sin consistencia.

TERCER PUNTO: Todo suma (o resta)

¿Por qué existimos?, ¿hacia dónde vamos?, ¿qué principios guían nuestras acciones? Los valores, la visión y la misión de una institución son más que palabras bonitas en un lugar visible, son el corazón de todo lo que hacemos y los cimientos del branding.

CUARTO PUNTO: Nuestras creencias definen nuestra perspectiva.

Hoy te vistes y hablas de manera formal; mañana actúas y te ves como un adolescente, y al día siguiente adoptas un estilo metrosexual… la gente pensará que estás confundido y careces de coherencia.

Lo mismo sucede si lo que comunicamos en la web no está alineado con lo que publicamos en redes sociales, y esto a su vez no coincide, por ejemplo, con la conducta de los maestros frente a los alumnos. Necesitamos una guía para nuestra comunicación.

QUINTO PUNTO: Requiere consistencia.

Estamos expuestos a un bombardeo visual permanente. ¿Cuán efectivo es el estilo de comunicación visual de tu colegio? ¿Se distingue claramente de otros? ¿Tiene una personalidad propia? Los gráficos y símbolos, ¿se alinean coherentemente con el logo? Si la mayoría de las respuestas son negativas, es hora de actuar.

SEXTO PUNTO: La comunicación visual debe estar alineada.

El patrimonio histórico de una institución es un recurso valioso para el branding educativo. Conocer su origen, quiénes la fundaron y los logros de sus exalumnos destacados enriquece la narrativa de la marca, ofreciendo un trasfondo que genera orgullo.

SÉPTIMO PUNTO: Tenemos una historia que nos hace únicos.

El tiempo cambia las cosas, por lo que es crucial tomar el pulso periódicamente a profesores, estudiantes y personal administrativo. Preguntarles cómo perciben la institución en tres palabras permite hacer ajustes necesarios para mantenernos fieles a nuestros principios.

OCTAVO PUNTO: El branding es un proceso constante.

En una era de cambios acelerados, es vital tener claridad sobre nuestro futuro. Mostrar nuestros planes atrae a padres preocupados por ello y realza la relevancia de la institución.

NOVENO PUNTO: Construimos una identidad para hoy y para mañana.

La marca no es solo asunto de grandes corporaciones; hoy en día, cualquier organización, y especialmente una institución educativa, debe prestarle atención. La cuestión es, ¿cómo hacerlo?

DÉCIMO PUNTO: La respuesta está en el branding educativo